Adaptarse rápidamente a los diferentes cambios tecnológicos a los que está expuesta cualquier industria dentro de los actuales mercados, se ha convertido en uno de los principales retos de las empresas que buscan alcanzar un mayor nivel de competitividad. Su impacto es tan fuerte que el estudio de Digital Vortex ‘Cómo la disrupción digital redefinen las industrias’ (How Digital Disruption Is Redefining Industries) sostiene que en los próximos años, la transformación digital desplazará a cerca del 40 por ciento de las empresas que no logren apropiarse de estas herramientas.
De acuerdo con los expertos, uno de los puntos de partida para alcanzar una eficiente transformación digital es empezar a usar las diferentes soluciones que se encuentran en la Nube, entre estas, los servidores virtuales.
El almacenamiento de la información crítica y de las diferentes aplicaciones que se requieren para el correcto desarrollo del negocio es una de las grandes preocupaciones de todas las empresas, inquietud que se resuelve acudiendo a los servidores, una serie de equipos de cómputo de alto tráfico, disponibles 24/7 y que se convierten en el cerebro de las diversas operaciones de las compañías.
Pero su implementación exige de altas inversiones, no solo en lo que respecta a la adquisición del equipo, sino también en los sistemas que permiten su operación, como el aire acondicionado, la parte eléctrica y la adaptación del espacio físico o centro de cómputo destinado dentro de la empresa para su instalación, entre otros costos.
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